Estación Central de Michigan

Hoy hablaremos de la Estación Central de Michigan o como también es conocida como Michigan Central Depot. Esta estación abriría sus puertas en el 1914 prematuramente, pues debió sustituir a una antigua que encontrábamos en el centro de Detroit que pereció en un incendio en 1913. El emplazamiento elegido para situar esta estación fue la zona de Corktow, a las afueras de la ciudad de Detroit, algo que se hizo para intentar (sin éxito) que fuera el comienzo del desarrollo de la zona.

Centrándonos un poco en el edificio que nos encontramos, decir que sería realizado por Warren Wetmore y Reed and Stem, creando un edificio bastante costoso para la época. La estación tendría dos partes claramente diferenciadas: por un lado la parte de las vías, es decir la parte que sería la estación física en sí; por otro lado encontraríamos un edificio de 18 plantas que tendría una doble finalidad: actuar como oficinas de las empresas ferroviarias que llevaran dicha estación y otra parte, que sería dedicada a un hotel. Dicho hotel jamás tendría presencia física, quizás por tener que acelerar a la hora de abrir las puertas de tal majestuosa estación.

El éxito de la estación inicial fue indudable, éxito que le llevo a facturar cerca de cuatro mil pasajeros por día, junto con los tres mil empleados que la estación albergaba en su interior. Pero este éxito no duró especialmente mucho, pues durante la grave crisis que conocemos como la Gran Depresión, su fama y utilidad decayó enormemente. Este duro golpe sería paliado en cierta manera, por la Segunda Guerra Mundial pues la estación resurgió siendo utilizada para el transporte de materiales militares. Pero no evitaría su abandono ya que al acabar la guerra, su abandono siguió adelante a pasos agigantados. Era tal el declive de la estación Central de Michigan, que los propietarios en 1956 intentaron venderla a un precio ínfimo.

Finalmente llegaría tan esperado y temido día y el 6 de enero de 1988, un solitario tren abandonaba las vías de la MCD (Michigan Central Depot) para siempre, realizando un último viaje que jamás se volvería a realizar. Provocando así, que hoy en día veamos un edificio en ruinas, quedándose como una imagen prototípica de la misma.