La estación de La Concordia de Bilbao une la capital vizcaína con otras zonas del norte peninsular, inaugurada en un principio para que sirviese de cabecera de la línea de ferrocarril Santander-Bilbao.
Esta destaca por su arquitectura de estilo modernista, construida a principios del siglo pasado, constituyendo uno de los edificios que caracterizan el Bilbao de la Belle Epoque y situado en el nuevo ensanche bilbaíno, frente al Teatro Arriaga, de la misma época.
En sus comienzos, esta fue proyectada como estación mixta de pasajeros y mercancías, construida por el ingeniero Valentín Gorbeña y el arquitecto Severino Achúcarro. La portada posee una estructura tripartita y simétrica, cuyo arco central sirve de entrada. Esta zona central está compuesta por una estructura de metal y vidrio, que se corresponde con el estilo modernista ya nombrado. Esta también goza de una logia con columnas, que ofrece espléndidas vistas al casco antiguo de la ciudad.
En torno a principios de este siglo, se llevó a cabo un proyecto de renovación del edificio. Por un lado, se remodeló el vestíbulo, y se instaló una escalera mecánica para facilitar el tránsito entre los andenes y el vestíbulo, al igual que también se acometió con la mejora de su iluminación.
En 2007 se llevó a cabo otra renovación tanto del vestíbulo como del exterior, y fue adaptada a la nueva normativa sobre movilidad.
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